Cristo, sin embargo, sabe y nos dijo las señales que anunciarían Su segunda venida, estas son las guerras, la hambruna, los terremotos en diferentes lugares, también el incremento de la pobreza y la maldad las cuales causarían que el amor a Dios de muchos se enfríe (Mat. 24:6-8, 12).

La segunda venida de Cristo es el día del Juicio y destrucción de los impíos. En este día, los cielos pasarán con un gran estruendo, y los elementos se disolverán con fuego y se quemarán (2 Ped. 3:7, 10). El llanto en el día del Señor será desagradable, incluso los hombres valientes llorarán con fuerza. Ni la plata ni el oro podrán salvar al hombre en el día de la ira del Señor (Sof. 1:14, 18).